Contenido relacionado con la Palabra de Dios
Hay una gran diferencia, tanto en los principios como en la práctica, entre los piadosos y los impíos. Los afectos de los piadosos son espiritualmente refinados, y sus deseos son exaltados. Las inclinaciones de los impíos son corruptas y sus deseos son viles.
Otra marca nunca está ausente en un creyente maduro, a saber, el peso que se evidencia en la humildad. Observen el maíz en el campo, sostiene su cabeza erguida mientras está verde, pero cuando la espiga está llena y madura, cuelga su cabeza con graciosa humildad.
«¿Quién es ésta que se muestra como el alba, hermosa como la luna?» (Cant.6:10).
Dios tiene mucho cuidado de consolar a su pueblo en sus muchas pruebas y penas en este mundo. Uno de los objetivos que ordena a sus predicadores es el consuelo de su pueblo. Él dice: "Consuela, consuela a mi pueblo"
Considera cuán grandes y múltiples han sido nuestros pecados y ofensas. Y cada acto de pecado, sí el menor que hayamos cometido, es una deuda infinita; y lleva en sí una culpa infinita, porque se comete contra una Majestad infinita.
«Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón»(Sal.37:4)
¡Es más fácil llevar ceniza en la frente que mortificar el pecado a los pies de Jesucristo, asistido por el Espíritu Santo!
«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia» (Mt.23:25).
¿Cuáles son las marcas de un verdadero pastor? ¿Cómo puede el pueblo de Dios identificar a los llamados y calificados por Él para ministrar a su pueblo?
Si realmente queremos convertir en cristianas a las personas, la forma de hacerlo es mezclarse con ellas, vivir entre ellas, compartir nuestra vida con ellas, mostrarles el amor de Dios precisamente compartiendo sus cargas y estando con ellas