Una lista de devocionales recomendados disponibles
"...Cristo es todo...", Colosenses 3:11 (Biblia de las Américas).
El Evangelio es la revelación de Jesucristo, como el manifestador de Dios, el salvador de su pueblo, y la porción suficiente de todos los que creen en su nombre. Posee en sí mismo toda excelencia concebible y comunica a su pueblo todo bien real. Se presenta a nuestra vista en una variedad de caracteres, y llama nuestra atención mediante una variedad de ilustraciones.
En efecto, el Espíritu Santo, al glorificar a Jesús, ha aprovechado todo lo que en la naturaleza está calculado para iluminar el entendimiento, impresionar la memoria y facilitar el juicio con puntos de vista correctos, e ideas justas de su excelencia y gloria. De modo que, teniendo a Cristo puesto ante nosotros en casi todos los elementos que se presentan a nuestra vista, podamos tener nuestras meditaciones llenas de él, y nuestra fe ejercitada en él. Siendo propensos a olvidarle, el Espíritu se sirve de casi todos los objetos para recordárnoslo. En todas partes y por medio de todas las cosas, somos instruidos en "el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo", y se nos recuerdan sus excelencias y su idoneidad para los pobres pecadores. No podemos dar un paseo, pero un gran número de cosas conspiran para recordarnos a Aquel de quien Moisés escribió en la Ley y en los Profetas; y si nuestras mentes fueran espirituales, estaríamos constantemente obteniendo "instrucción" y "edificación" de la naturaleza y del arte, en referencia a Aquel a quien amamos y adoramos.
Te propongo, pues, que me acompañes, y que demos juntos un corto paseo, para fijarnos en algunos de los objetos que nos hablan de Jesús, en la inmediata vecindad de nuestros hogares.
Ven Espíritu Santo, derrama tu luz, revela el amor de Cristo; despliega al Salvador a nuestra vista, déjanos sentir tu influencia.