Devocional diario
BABEL, UNA OBRA EN CONSTRUCCIÓN
Aparentemente no había nada extraño en que una sociedad creciente y organizada habitara la tierra, se multiplicara y progresara. El relato de Dios confundiendo a los habitantes de la tierra para disuadirlos, no es, por supuesto, una muestra de la inconformidad divina con el desarrollo de los pueblos. El asunto es otro. Los planes de Dios se desarrollaban de manera progresiva, tanto en la manera de darlos a conocer como en el establecimiento en el tiempo de dichos propósitos.
TRES DÍAS DESPUÉS
Seguramente también esta asombrado del relato que acabamos de leer. Tan solo hace unos cuantos días, toda esa multitud que hoy murmuraba ante una quebrada se encontraba en Egipto mirando con sus propios ojos las maravillas del poder divino hiriendo a sus enemigos, indudablemente quedaron más asombrados cuando -como punto climático-, el mar se abrió por el brazo de Dios como un muro a sus lados y pasaron tranquilamente en medio.
QUE QUEDE CLARO
Cuando el Señor Jesucristo comisionó a los creyentes para que fueran a anunciar el mensaje del Evangelio, no solo enfatizó la orden misma sino el contenido esencial de lo que ellos deberían proclamar. Entiendo que parece obvio, pero encontramos muchos cristianos sinceros con el peso del evangelismo en su alma, completamente desconocedores del mensaje esencial del Evangelio.